Lecturas completas
Como has sido fiel en lo poco,
pasa al banquete de tu Señor.
En este Evangelio en el que el
Señor nos narra la parábola de los talentos Jesús nos pide que miremos nuestra
vida para descubrir que Dios nos ha bendecidocon todo aquello que necesitamos,
pues reparte los talentos a cada uno según su capacidad, y lo hace para que los
pongamos al servicio del Reino de Dios.
Ya casi al final del año
litúrgico parece que Dios quiera hacernos una pregunta ¿Qué frutos están dando
los talentos que he recibido de Dios? Es tiempo de mirar nuestra vida personal a
la luz del Evangelio y descubrir, si no lo hemos hecho ya, qué talentos hemos
recibido como don y cómo los estamos poniendo al servicio de los demás.
Una tentación que podemos
tener fácilmente es la de creer que nuestra aportación al Reino de Dios, es muy
pequeña y poco valiosa, o incluso prescindible. Pero el Evangelio no es amigo
de grandes manifestaciones, sino que Dios se hace presente en lo pequeño.
También nos lo recuerda hoy Jesús en la parábola: “como has sido fiel en lo
poco, te daré un cargo importante”. Nuestra aportación al Reino de Dios, por
pequeña que parezca, es única e insustituible, y lo más importante es la que
Dios necesita de nosotros.
Por último recordar
especialmente en este Domingo de la Iglesia Diocesana, que Dios nos considera a
cada uno de nosotros como un valor insustituible de la Iglesia, y que la
comunidad nunca estará completa sin nosotros y nuestra aportación a la vida
comunitaria. Ese es el banquete al que el Señor nos invita a participar: la
mesa fraterna y festiva que se reúne cada domingo para poner sobre el Altar los
dones recibidos para que Dios los convierta en su presencia entre nosotros.
Muchas gracias por esta reflexión que nos ha mandado. Sirve para recordarnos que todos somos Iglesia y tenemos la responsabilidad de dar fruto. No es cosa de otros sino de todos y cada uno. Gracias!
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