EXPERIENCIA ERASMUS

Porque la Iglesia es universal, y nos hace sentir en casa allí donde estamos, aquí está el testimonio de Mylène Crémoux, estudiante erasmus, que este curso no solo comparte la univesidad con nosotros, sino también su experiencia de fe: 

Se me pidió que haga un artículo sobre mi experiencia con la Pastoral Universitaria. Bueno primero me voy a presentar para que sitúen un poco la situación, soy Mylène, estudiante francesa en filología hispánica y vine aquí de intercambio Erasmus por un año completo.
Bueno mi primer mes aquí fue un mes de descubrimiento de la vida alicantina y sobre todo descubrimiento de la vida de estudiante Erasmus. Muchas cosas me desilusionaron en cuanto a esta “mentalidad” Erasmus. Ya que irse de juergas casi cada día no era lo que quería descubrir aquí. En efecto, viniendo en Alicante quería descubrir realmente otros horizontes, otra cultura, seguir practicando un idioma que estudio desde hace ya unos años y encontrar a nuevos amigos. Pero, para mi, esos amigos no se encuentran en discotecas o una vez que uno ha tomado demasiado y no se da cuenta de lo que dice... Así que tenía que encontrar a otro tipo de gente, pero no sabía muy bien como lograrlo. Un día me enteré de que había una oración de jóvenes en la Concatedral San Nicolás, entonces tomé esa proposición como una oportunidad para encontrar a gente que tiene por lo menos un punto en común conmigo, que es lo de la fe.

El día de la oración llegó y después de este tiempo tan bonito me quedé un rato para preguntar si había alguna cosa para los estudiantes, grupos de encuentros, pastoral... Es así que me propusieron de juntarme con ellos en la Pastoral Universitaria los miércoles. Entonces, después de una convivencia (así empezó mi experiencia, con una convivencia ¡ qué suerte ! ) con gente que me acogieron muy bien, empecé a participar a misa los miércoles y con lo que sigue, que es la comida tomada juntos y un tiempo de oración o de enseñanza. Todo un programa que me da cada vez más alegría cuando voy por ahí.

Hay que saber que en Francia tengo parte de un movimiento de jóvenes católicos en cual estoy muy implicada y tenía miedo de no encontrar nada aquí por culpa de mi timidez. Pero el primer día que empecé a ir me di cuenta de que la gente tenía algo profundo y que podía confiar en ellos. Gracias a ésto me siento realmente como en casa. Fue para mi una suerte, una gracia de Dios de poder encontrar a este grupo ya que sé con quien puedo confiar, con quien puedo hablar de mi fe, tener conversaciones interesantes y profundas sobre cuestiones de vida. Aquella gente que encontré son ya amigos míos y me siento muy bien con ellos.

Además, tener parte de Pastoral Universitaria me permite enterarme de acontecimientos diocesanos y participar en ellos tal como, me acuerdo, una convivencia de niños a fines de noviembre, la llegada de la cruz de la JMJ... Son tantas cosas muy importantes en mi vida de joven católica que hubiera sido realmente una pena no poder vivirlos.

Ahora estamos preparando una convivencia para fines de marzo y estoy segura de que regresaré todavía más entusiasta y feliz de ser católica. Sin olvidar que se habla cada vez más de la JMJ que se está acercando y ver a mis amigos españoles preguntándose si van a ir y tal da realmente mucha alegría y mucha ganas de decir al mundo que sí que quedan jóvenes animados por la fe de Jesús Cristo.

Es con esas palabras que les quiero decir que estoy pasando un año estupendo de descubrimiento y encuentros teniendo al Señor siempre a mi lado.

Mylène Crémoux.